El no poner ningún tipo de límites al comportamiento del niño trae indeseadas consecuencias, y este podría ser el perfil de un niño al que no se le han puesto los límites adecuados.
Estas son las características del pequeño tirano:
- Tienen entre 3 y 18 años
- Suelen ser muy inteligentes, ´” espabilados “y manipuladores.
- Egocéntricos, egoístas, intolerantes y caprichosos.
- No toleran un “No”, siempre se les ha dicho sí.
- Mandan en casa; no piden, sino que exigen y amenazan, si no me compras, si no me das, si no me dejas.
- Se enfada frecuentemente y discute con los adultos a los que no suele respetar. Es rencoroso.
- Culpa a los demás de sus errores
- No toleran las frustraciones puesto que nunca se han enfrentado a ella.
- Tienen todo lo que quieren, sobretodo cosas, objetos, (coches fantásticos con 3 años, móvil con diez, la última consola, etc...). Son en realidad máquinas de comprar. De esta forma su autoestima está ligada a tener y poseer “quiero lo mismo que ese otro niño”.
- En realidad su máxima aspiración es estudiar para ser rico.
Son niños en fin, que nunca tendrán lo suficiente, cuyas exigencias son cada vez más elevadas y donde las negativas serán cada vez vividas de forma peor. Sus frases más frecuentes son: "Como yo digo que es así, es así", "lo quiero porque sí", "lo quiero ahora" y "si no me dejas...".Si no se llega a controlar a estos pequeños dictadores, se van a transformar en adultos violentos, apáticos, desorientados y desmotivados.
A veces el perfil es diferente, dependiendo del tipo de padres que hemos visto. Aquellos hijos de padres superprotectores pueden ser agresivos como hemos visto, pero también pueden desarrollar una personalidad tímida, inhibida, insegura, con la autoestima baja porque nunca se ha sentido seguros sin sus padres. No han tenido que enfrentarse a frustraciones, y no saben como hacerlo cuando realmente deben empezar a vivir por sí solos, problemas que habitualmente vemos en clínica en la etapa de la adolescencia, que es por decirlo de algún modo, la etapa en la que se puede ver el resultado del estilo educativo de los padres.
Tanto unos como otros. La investigación demuestra que los chicos sin límites en la infancia pueden tener graves problemas de conducta y de aprendizaje en la escuela, tienen una adolescencia más conflictiva, y no tienen un buen futuro desde el punto de vista emocional.
Sin embargo y en el fondo, estos niños demandan otro tipo de atención y a veces su comportamiento es un grito de ayuda, niños que están desconcertados, que no tienen marcos de referencia y se sienten solos y perdidos en el mundo, que llegan a creer en la interrelación entre cariño y regalos, porque eso es lo que les han enseñado. ¿Cómo se sentiría uno si va de noche por una carretera que no conoce, sin señalamiento, ni líneas pintadas en la calzada? Los límites siempre son delimitaciones del camino, son cercos que protegen, que dan seguridad.
Creo que ha quedado claro que los límites son necesarios. Sin embargo estoy segura de que no está en la mente de los padres, el educar a los niños sin ningún tipo de control. Aquellos que desgraciadamente lo hacen conscientemente suelen ser padres con trastornos patológicos que no son el objetivo de esta información.
Entonces... Si realmente tratamos de educar correctamente a nuestros hijos, con una cierta norma ¿Qué es lo que falla? Veamos los errores más comunes cuando tratamos de imponer límites.
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