En búsqueda de emociones placenteras
Como ya es bien sabido estamos en una situación de pandemia, que vino a reforzar aspectos negativos, pero también ha traído consigo mismas cosas bastante buenas como aprendizajes.
El ser humano a veces se va acostumbrando a ver sus errores como algo malo, inclusive los observa como fracasos en vez de esos errores de aprendizaje o crisis de oportunidad. Se cree que es mas fácil ver lo malo que lo bueno pues el ver lo bueno trae consigo el seguirse esforzando por obtener más y más, lo cual requiere de accionar y a veces preferimos quedarnos en nuestra zona de confort.
México es un país muy creativo, rico en muchas cosas sólo mal administrado, eso nos ha dejado un mal sabor de boca en donde es mejor culpar a quien administra (gobierno) que poner atención a nuestro avance personal.
Ir en búsqueda de nuestras emociones es poder detectar todas esas cosas positivas y buenas que tenemos día con día y rescatarlo por medio de nuestro propio reconocimiento, sin esperar nada a cambio.
Muchas veces estamos esperando a que el jefe vea lo bien que hacemos nuestro trabajo o a ver si nuestros padres nos validan las cosas que hacemos o si nuestra pareja acepta el como somos y reconoce nuestro valor propio, pero esto no es así, ya que causaría en nosotros frustración.
La idea de gestionar nuestras emociones es encontrar el reconocerlas, para darles el nombre que tienen y posteriormente sentirlas, para así saber cómo manejarlas. En nuestros días es importante analizar que es lo que estamos viviendo ya que estamos enajenados en trabajar para obtener recursos materiales y no pensamos en que me deja ese trabajo, esa actividad, ese COVID-19, esa amistad, esa interacción social, etc. Si al termino de nuestro día hiciéramos ese escrito de lo que acabo de mencionar, podríamos saber que mediante una bitácora emocional nos daríamos cuenta de ranas cosas positivas que hicimos.
Muchos de ustedes lectores quizá hayan visto una gran película llamada, comer, rezar y amar; con una de mis actrices favoritas, en la cual hay una gran aprendizaje ya que se sitúa en poner nuestra atención en lo que disfrutamos al día, desde iniciar la mañana viendo el sol, el desayuno, las flores, ir con energía y entusiasmo al trabajo, hacer nuestras labores, comer rico y saborear no tragar, oler y tocar para sentir esas sensaciones que nos provocan las cosas. A su vez nos habla de la conexión espiritual que no es otra cosa que estar contigo mismo en sintonía; amar a ti al prójimo a tus hijos, a una pareja amar el amor, sentirse apasionado por lo que uno hace.
Por eso te invito a que analices tu vida y puedas concluir este 2020 con un gran análisis y proyecto de vida.
Dra. Viridiana Romero Manzo
Especialista en Psicoterapeuta Gestalt
Escribir comentario